Mi interés por la realización de esta película emerge de las recientes condenas a España, dictaminadas por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, junto con los dictámenes de diferentes organismos de las Naciones Unidas (Comité Contra la Tortura y Comité de Derechos Humanos) sobre violaciones por parte del Estado de diferentes artículos de convenciones y pactos que proscriben la tortura o instan al Estado a llevar a cabo investigaciones exhaustivas e imparciales sobre las denuncias al respecto.
Junto con las condenas y dictámenes emitidas desde organismos del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, me he encontrado en el contexto de mi investigación con numerosas denuncias por parte de organizaciones de la sociedad civil, tanto nacionales como internacionales, quienes ponen de manifiesto no solo la presencia de torturas y otras vulneraciones de los Derechos Humanos, como los tratos inhumanos o degradantes, sino también la falta de voluntad política para su erradicación. Por su parte el gobierno español ha negado sistemáticamente la existencia de torturas aludiendo a la inexistencia de sentencias condenatorias por tales hechos, siendo escasos y poco exhaustivos los datos oficiales al respecto que se han hecho públicos.
Desde la sociedad civil nos encontramos con un profundo desconocimiento en relación a dicho fenómeno, por lo que desde Empatik Films hemos considerado necesario arrojar un poco de luz sobre esta cuestión a fin de conocer tanto su verdadera magnitud como la voluntad real del Estado para acabar con dicha problemática social.
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